Desde Revista 440, nos gustaría deshacernos de las falsas (y graves) acusaciones que fueron hechas contra nuestra publicación así como, por ende, contra todos los miembros que la integran.
Hemos intentado comunicarnos con los responsables pero, aún en la era de las comunicaciones, nos está resultando imposible.
Agregamos las disculpas a los receptores del mail, gente que se vio involucrada arbitrariamente.
Estamos sorprendidos por la manera poco ética de proceder de los directores de Nóumeno, con quienes creímos tener la suficiente confianza y excelente relación como para que se acercaran a hablarnos de frente, decirnos las cosas en la cara y arreglarlo con quien deben. Realmente nos molesta y nos desilusiona que, quienes consideramos colegas y sanos competidores, demuestren tal bajeza.
No sólo bastardearon nuestro trabajo y esfuerzo, nos defenestraron como personas, cuando, de hecho, en todo proyecto que organizamos -como iniciativas propias- siempre pensamos en ellos y les dimos participación.
Por último aclaramos: La información la recolectamos de eventos de Facebook, mails que nos llegan, peticiones de los propios artistas por diferentes vías, afiches pegados en los locales y en
La agenda de 440 va a seguir enviándose, pero recomendamos que se informen en la de revista Nóumeno (que es más completa que la nuestra). Trataremos de solucionar también el problema de que, si la enviamos con la lista de correos oculta, los mails rebotan a nuestra casilla.